El Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia afirma en el comunicado que "La Alianza, creada en la época de la Guerra Fría como una organización político-militar, no puede cambiar su código genético", y continúa con la intervención en los asuntos de los Estados extranjeros.

Asimismo señalan que "los resultados de la cumbre demostraron que la Organización del Tratado del Atlántico Norte, cuya política está dictada por Washington y los 'halcones' en varias capitales europeas, ha buscado y está buscando dominar la esfera militar en Europa, en violación de los acuerdos".

Además, deja de atender los "desafíos reales" del organismo como el terrorismo, la proliferación de armas de destrucción masiva, el tráfico de drogas, la piratería, y los desastres naturales y creados por el hombre. 

Rusia asegura que la decisión de aumentar la presencia militar de la Alianza cerca de las fronteras rusas, aprobada en la cumbre, "se ha estado fraguando desde hace mucho tiempo". "La crisis en Ucrania no fue más que un pretexto para empezar a aplicarla".

Uno de los resultados clave de la cumbre de dos días de la OTAN ha sido la decisión sobre el fortalecimiento de las fronteras orientales de la Alianza.

Según la OTAN, los miembros del bloque tienen que tomar tales medidas a la luz de las amenazas que provienen "del este": el secretario general de la OTAN, Anders Fogh Rasmussen, afirmó que "Rusia ataca a Ucrania", y el presidente de EE.UU., Barack Obama, aseveró que las acciones de Moscú representan una amenaza para "una Europa libre, unida y democrática".