La comunidad internacional condenó este domingo el ataque perpetrado contra una escuela de la ONU que servía como refugio para tres mil palestinos en Rafaá, al sur de la Franja de Gaza, donde fallecieron al menos 10 personas.

Aunque no se ha confirmado la identidad de los responsables del ataque, el Ejército de Israel reconoció que haber disparado contra tres presuntos miebros del Yihad Islámico en las cercanías del refugio de Naciones Unidas.

En ese sentido, un comunicado del Ejército de Israel  detalló que "las fuerzas de defensa de Israel examinan las consecuencias del disparo".

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El Secretario General de la ONU, Ban Ki Moon, calificó el ataque como “ultraje moral y acto criminal” sin responsabilizar a Israel; no sin destacar que el gobierno de Netanyahu estaba al tanto de la ubicación del refugio.

Asimismo el gobierno de los Estados Unidos, se mostró "horrorizado" por el suceso e instó al Gobierno de Israel a resguardar la seguridad de los ciudadanos palestinos. También exigió realizar una investigación internacional inmediata por el hecho.

François Hollande, presidente de Francia, catalogó el ataque como “inadmisible” e hizo un llamado a detener las hostilidades dentro de territorio palestino.

Por su parte, el primer ministro de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, declaró este sábado que “la sed de sangre del régimen de Israel parece insaciable, ya que no respetó una tregua de 72 horas, declarada el viernes en la Franja de Gaza”.

Cifras oficiales presentadas por autoridades palestinas detallan que la ofensiva militar iniciada el 8 de julio por el Ejército de Israel en la Franja de Gaza ha ocasionado la muerte de más de mil 700 personas y heridos a más de nueve mil.

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