La Procuraduría General de Justicia del Estado de México (Pgjem) emitió 20 órdenes de aprehensión contra policías estatales, médicos legistas, incluso un agente del Ministerio Público, quienes habrían perpetrado y tolerado actos de tortura en la incursión policíaca del 3 y 4 de mayo de 2006 en la localidad de San Salvador Atenco (centro).

Luego de casi 10 años, la procuraduría estatal consignó un expediente iniciado a raíz de las denuncias de 41 mujeres que aseguraron haber sido víctimas de abusos durante la detención en Atenco y su posterior traslado al penal de Almoloya de Juárez.

Del resto de los implicados, 11 eran médicos legistas que revisaron a las mujeres que en ese momento estaban detenidas y que presuntamente conocieron de los actos de los policías y no los denunciaron formalmente.

Un último implicado se desempeñaba como agente del ministerio público que cuando llevó a cabo la investigación no indagó sobre la posible tortura, detalló la procuraduría.

Los acusados ya están recluidos en el penal estatal de Santiaguito, en Almoloya de Juárez, el mismo sitio donde llegaron los más de 200 detenidos en San Salvador Atenco tras la incursión policiaca de mayo de 2006.

En contexto

En 2006, cuando el actual presidente mexicano, Enrique Peña Nieto, era gobernador del Estado de México, estudiantes y ciudadanos se enfrentaron contra diferentes cuerpos policiales (locales, estatales y federales).

En aquellos días, integrantes del Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra, encabezados por Ignacio del Valle, participaron en la defensa de unos floristas de Texcoco que pretendían ser desalojados del centro de ese municipio.

De estos enfrentamientos, resultó una persona muerta, además de desaparecidos, detenidos, torturados y violaciones sexuales. El caso se llevó a la Corte Interamericana de Derechos Humanos y no fue hasta ahora que se hizo justicia.

43 estudiantes desaparecidos

Actualmente, en México hay 43 estudiantes desaparecidos, producto de un enfrentamiento con policías en la localidad de Iguala en el Estado de Guerrero. Diariamente aparecen fosas comunes con cuerpos que no pertenecen a los estudiantes, según los exámenes de ADN. Sin embargo, se desconoce la identidad de esos cuerpos.

Nadie sabe donde están los estudiantes, pero este viernes el padre Alejandro Solalinde aseguró que los estudiantes fueron quemados vivos y que su reconocimiento será muy difícil por el estado en que quedaron los cuerpos.