La organización Médicos Sin Fronteras (MSF) hizo, este miércoles, un llamado a las partes que se enfrentan en el conflicto armado en Irak, con la finalidad de que cesen los constantes ataques contra centros médicos, el personal que labora en los centros asistenciales y los civiles.

"Los ataques directos o indirectos sobre el personal y las estructuras de salud dificultan gravemente la prestación de asistencia médica", indicó el coordinador general de MSF en Irak, Fabio Forgione.

La organización internacional denunció el ataque que alcanzó a un hospital en la ciudad de Tikrit (al noroeste de Bagdad), durante el bombardeo que se registró  el pasado 13 de junio.

MSF precisó que la cantidad de desplazados por el rebrote del conflicto se sitúa en 40 mil. "Necesitan urgentemente agua, refugio, alimentos y atención médica", agregó Forgione.

Igualmente, Médicos sin Fronteras prometió aumentar sus actividades asistenciales en la zona, con más clínicas móviles entre Duhok y Mosul (en el norte del país), abriendo una clínica en Kirkuk (norte) y el refuerzo de sus equipos quirúrgicos en Tikrit y Al Hauiya, a 250 kilómetros al norte de Bagdad.

El Gobierno de Irak se encuentra a punto de decretar el estado de emergencia nacional, ante el inminente avance de los terroristas pertenecientes al grupo Estado Islámico de Irak y el Levante (EIIL), cercano a Al Qaeda, informaron fuentes oficiales.

El grupo terrorista ha tomado el control de importantes urbes, entre ellas Mosul, Al Duyail y dos localidades de Diyala, mientras continúan su avance hacia la capital, Bagdad. En el trayecto, ha dejado una secuela de ataques terroristas y secuestros.