Esperando por ser escuchados por parte del Gobierno nacional, este lunes los docentes costarricenses cumplieron dos semanas de paro indefinido.

Las medidas de presión se dan en respuesta al atraso de los pagos salariales por parte del Estado desde hace más de tres meses en esa nación centroamericana.

Entre tanto, el presidente de la Asociación Nacional de Educadores (ANDE), Gilberto Cascante, expresó a los periodistas su descontento ante la burla que según él, se viene cometiendo contra los profesionales de la educación desde hace varios años.

Aseguró que se mantendrán en las calles hasta que el Gobierno de respuestas concretas a la crisis que enfrentan los educadores en todo el país. “Sabemos que esta tercera semana será desgastante para nosotros, pero no bajaremos la guardia hasta lograr nuestro objetivo”, dijo.

En respuesta a las solicitudes de miles de educadores en Costa Rica, este domingo el presidente Luis Guillermo Solís a través de una cadena de radio y televisión les pidió a los maestros que retomaran las actividades educativas por el futuro de los hombres y mujeres del mañana.

No obstante, el llamado no fue acatado por los maestros y desde tempranas horas de este lunes en varios estados de esa nación se concentraron grupos para exigir al Gobierno cancelar la deuda.

“De manera respetuosa recibimos el mensaje de don Luis Guillermo, pero no compartimos el espíritu. Cómo es posible que él se olvide de las 25 mil familias de educadores que han tenido algún problema”, manifestó el presidente de la ANDE.

Sostuvo que en Costa Rica más que un problema de gestión, se vive una crisis social por la falta de entendimiento de las necesidades de todos los costarricenses.

"Ellos insisten en que el dinero está, entonces deben cancelar rápido y evitarse tantos problemas. Hay alternativas pero no las quieren ver”, subrayó Cascante.