La familia de la activista hondureña Berta Cáceres, asesinada el pasado 3 de marzo, no confía en el trabajo de investigación que hará una misión de la Organización de Estados Americanos (OEA) sobre el crimen. 

En una entrevista con el medio Sputnik Nóvosti, la madre de la líder indígena, Austra Bertha Flores, pidió que la investigación del asesinato de su hija la haga una comisión internacional, "que no esté parcializada con el Gobierno, porque ese es el problema que hay".

Flores recordó que la OEA apoyó el golpe de Estado contra el Gobierno de Manuel Zelaya en 2009, "por ello desconfiamos mucho, pues desde ese momento se agravó la crisis en el país".

La madre de Berta Cáceres señaló que tras el golpe a Zelaya siguieron "gobiernos dictatoriales que no han sido electos según manda la Constitución, sino casi impuestos mediante fraude electoral y la OEA estuvo siempre de acuerdo, nunca protestó, por eso no podemos confiar".

"Hay una agencia técnica de investigación criminal, pero queremos algo más seguro y confiable para que no quede en la impunidad este asqueroso asesinato", precisó.

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El pasado 3 de marzo, la líder indígena y coordinadora del Consejo de Pueblos Indígenas de Honduras (Copinh), Berta Cáceres, fue asesinada por sujetos desconocidos en el interior de su vivienda, ubicada en el sector La Esperanza, departamento del Intibucá del sur-occidente del país. 

Cáceres había denunciado una semana antes de su muerte, el asesinato de cuatro dirigentes indígenas de la comunidad lenca. 

En varias oportunidades, Cáceres denunció la expropiación de territorios de las comunidades indígenas lencas y las carencias en los sistema de salud y agrícola. A su vez, rechazó la creación de bases militares estadounidenses.

Fue una de las fundadoras en 1993 del Copinh. Por su lucha en defensa de los recursos naturales, en el occidente de Honduras en 2015, fue galardonada con el Premio Medioambiental Goldman.