El expresidente de Brasil Luiz Inácio Lula da Silva afirmó este jueves que el Partido de los Trabajadores (PT) trabaja para recuperar la confianza del pueblo y trata de ser diferente y mejor. 

"Tengo una obsesión para volver a demostrar que es posible recuperar este país", dijo Lula durante una entrevista. 

En referencia a las acusaciones de corrupción por la cual lo han condenado a más de nueve años de prisión en primera instancia, reiteró que se trata de ataques para perjudicar su carrera política porque "no están acostumbrados a vivir en democracia. Antes del golpe a Dilma, fue el período más largo de democracia". 

Aseguró que desde que llegó a la Presidencia en 2003 tenía como obsesión demostrar que podía gobernar mejor que las élites. Recordó que antes había un complejo en Brasil de tratar al pueblo como un perro callejero y el pueblo asumió esto como un complejo, lo que lo llevó a perder el autoestima. 

Lula afirmó que para su Gobierno tenía claro que "cuando comenzáramos a respetar sus derechos todo iba a estar mejor". 

"Nadie respeta a una nación cuando ella se subordina", afirmó y añadió que los empresarios no quieren que el pueblo tenga derecho, lo que quedó en evidencia, a su juicio, con la nueva reforma laboral impulsada por el presidente de facto Michel Temer. 

Cuestionó este proyecto y aseguró que este debía hacerse por los sectores involucrados no por el presidente. Además, anunció que evalúa crear un grupo de trabajo para examinar los efectos adversos de la reforma laboral en Brasil. 

Lula también analizó la reforma tributaria en el país y aseguró que cometió algunas equivocaciones en este sentido, pero aseguró estar "más maduro, más viejo, llego a la conclusión de que la reforma fiscal debe presentarse no en un paquete". 

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