El canciller ruso, Serguéi Lavrov, en la 69ª Asamblea General de la ONU, abogó en rueda de prensa porque las acciones contra el autodenominado "Estado Islámico" en Siria deben ser tomadas respetando el derecho internacional y con la autorización del gobierno de ese país.

"Cualquier acción en la escena internacional y, sobre todo, con uso de la fuerza, para reprimir la amenaza del terrorismo debe llevarse a cabo en conformidad con el derecho internacional y con el consentimiento de los respectivos países en los que se llevan a cabo este tipo de operaciones", señaló Lavrov.

De igual modo, enfatizó en la importancia de establecer "al menos en retrospectiva la interacción con las autoridades sirias".

El ministro aseguró que la dimisión de Bashar al Assad no resolverá el problema, al tiempo que exhortó a dejar de lado los "caprichos" en la resolución de estos conflictos.

En relación al conflicto en Ucrania, el canciller ruso lo calificó como "el resultado de la crisis de todo el sistema de seguridad europeo" y prometió que Rusia hará todo lo posible para que el diálogo entre Kiev y el sureste de ese país continúe.

Lavrov considera que las declaraciones del primer ministro de Ucrania, Arseni Yatseniuk, no aportan nada al proceso de paz en Ucrania. "A veces parece que algunos miembros del Gobierno, en particular Yatseniuk, no apoyan las medidas que conducen a la normalización de la situación en el sureste de Ucrania", dijo.