Ante la imposibilidad de llevar a cabo un interrogatorio que podría revelar contradicciones, el juez José Castro, encargado de estudiar el caso de corrupción donde está implicada parte de la monarquía española, decidió este miércoles dejar sin efecto la citación del contador Marco Antonio Tejeiro, quien debía declarar el próximo sábado.

Antonio Tejeiro, mano derecha del duque de Palma Iñaki Urdangarín, fue el que lo acusó de corrupción, desvinculando así a la infanta Cristina del caso.

La medida, que supone dejar fuera la confesión del contador, no implica que pueda ser tenido en cuenta posteriormente en un eventual juicio oral.

Tejeiro había enviado previamente un escrito al magistrado en el que se negaba a declarar afirmando que tras entregar su confesión por escrito a la Fiscalía Anticorrupción -con la que alcanzó un pacto- no tenía intenciones de ampliar su declaración en torno a los negocios ilegales de Urdangarín y su ex socio, Diego Torres.

En su confesión de ocho páginas, Tejeiro ratificó los principales indicios delictivos que pesan contra Urdangarín y Torres, al asegurar que ambos crearon Nóos, fundación supuestamente sin fines de lucro, para apropiarse de unos seis millones de euros de fondos públicos mediante contratos con los gobiernos balear y valenciano.

También declaró que ambos diseñaron la sociedad Aizoon para “utilizarla como pantalla para desviar parte de esos fondos”, desvinculando sin nombrarla a la infanta Cristina.

En ese sentido, el sorpresivo testimonio de Tejeiro refuerza la posición del fiscal Pedro Horrach, quien sostiene que Urdangarín y Torres son los responsables absolutos de la trama societaria urdida para apropiarse de dinero público, sin que la hermana del rey Felipe VI tuviera ninguna participación.