"Nuestra arma ahora es la palabra", aseguró el comandante y miembro del Estado Mayor Central de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia - Ejército del Pueblo (FARC-EP), Jesús Santrich.

El poeta colombiano advirtió que la única garantía que tienen los combatientes en este momento "es la posibilidad de un par de tiros en la cabeza y de quedar en la calle porque no hay garantías" y el paramilitarismo es una constante amenaza.

Santrich informó que el martes comienza el depósito del 40 por ciento de armas restante, este proceso debe culminar el 26 de junio, luego deben extraerse 900 caletas y en lo que concierne a los explosivos deben destruirse.

"El plan de despliegue militar de las FARC-EP fue desarticulado y ahora estamos en un plan de despliegue de la palabra como arma, sin embargo, nos preocupa la inseguridad jurídica, personal, socio- económica porque hay una desfinanciación del acuerdo", señaló el cantautor. 

Santrich recordó que los más de 150 líderes sociales y activistas asesinados en Colombia son hechos que "quieren usarse para invocar políticas fascistas y mostrar una sociedad catastrófica, se desconocen los principios éticos para el ejercicio de la política para evitar que la población apoye el proceso de paz".

"La Fiscalía se ha convertido en un obstáculo para el desarme del paramilitarismo", advirtió Santrich y agregó: "Existe un negacionismo por parte del Gobierno colombiano y la Unidad Especial de Desarme del Paramilitarismo está obstruida por la Fiscalía".

Las FARC-EP "hacen la dejación de armas a todo riesgo" pero hay una "preocupación por los crímenes y asesinatos, la paz sigue siendo una quimera, aún se desconoce cómo será la reincorporación a la vida civil de los combatientes", dijo el también vocero en los diálogos de paz.

"Faltan cerca de 2.470 combatientes por ser liberados, esperamos que esta semana ese tema termine de resolverse, solo se han beneficiado 947 con la ley de amnistía pero esa no es la tercera parte de los que deben ser beneficiados", señaló Santrich y añadió que desde que comenzó el proceso de paz no utiliza un arma.

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