El Estado israelí condenó este sábado la resolución aprobada en el Consejo de Seguridad de la ONU que le exige detener la construcción de asentamientos ilegales en Palestina.

Apenas conoció la resolución, el Gobierno de Israel llamó a consultas a sus embajadores en Nueva Zelanda y Senegal, dos países que apoyaron el documento, canceló una visita a Israel del canciller de Senegal planeada para enero y suspendió los programas de ayuda a las naciones del Oeste de África

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Israel dijo que no acatará el documento aprobado con 14 votos a favor y una abstención (EE.UU.).

Estados Unidos vetó en 2011 una resolución similar, pero en esta ocasión se abstuvo y permitió que el texto saliese adelante con el apoyo, entre otros, de países como España, Francia, Reino Unido o Venezuela.

"Israel espera trabajar con el presidente electo Trump y con todos nuestros amigos en el Congreso, republicanos y demócratas por igual, para negar los efectos nocivos de esta absurda resolución", dijo el primer ministro de Israel.

De acuerdo a la resolución, los asentamientos "constituyen una flagrante violación de la ley internacional y un gran obstáculo para conseguir una solución de dos estados, así como una paz, justa, duradera y completa".

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La resolución contra la nación sionista había sido redactada por Egipto pero paralizada el jueves 22 de diciembre luego de que Netanyahu solicitara la intervención de Donald Trump, el presidente electo de EE.UU, quien pidió a los representantes egipcios que la retiraran.

La embajadora de EE.UU. ante la ONU, Samantha Power, señaló que la resolución refleja los "hechos sobre el terreno" de que el crecimiento de los asentamientos había estado acelerando. "El problema de los asentamientos se ha tornado tan malo que eso amenaza a una la solución de dos estados".