Uno de cada tres personas sufre de insomnio en algún momento de su vida, pero casi todas las personas han tenido alguna vez problemas menores para dormir.

Tres son las variables que influyen en la dificultad para dormir o tener un sueño corrido toda la noche: el estrés, las distracciones y los tipos de alimentos que se consumen.

Si quieres dormir bien, acá una breve lista de lo que puedes comer antes de ir a la cama:

Carbohidratos con proteínas: las proteínas tienen un  aminoácido que ayuda a la estimulación del sueño llamado t riptófano. Se encuentra en altas cantidades en  el yogurt, la leche, la avena, el banano, los dátiles, el pollo, el huevo y el maní. Sin embargo, este aminoácido se asimila mucho mejor si se acompaña con porciones de carbohidratos. 

Té de hierbas: el  té de manzanilla,  té de valeriana y la pasiflora tienen entre sus componentes estimulantes que ayudan a la producción de químicos en el cerebro, reguladores de las células nerviosas, y por consiguiente ayuda a relajarse antes de dormir.

Leche tibia: la leche contiene melatonina, una hormona que produce deseo de quedarse dormido. Mezclado con cereal, un carbohidrato, potenciará los efectos.

Agua: asegurarse de tomar suficiente líquido durante el día ayuda a mantenerse hidratado durante la noche y evitar pararse de noche por sed.

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Los alimentos que no se pueden comer por nada del mundo horas antes de dormir porque roban el sueño, son el queso, el café, el azúcar y el picante.

Sin embargo esta lista de alimentos no funcionan si no se acompañan con ciertos hábitos:

Comer a la hora: es importante comer antes de ir a dormir, hacerlo a deshora desajusta el reloj interno del cuerpo que entiende cuando es de día y cuando es de noche.

Crea una rutina: acostumbrar al cuerpo a ir a dormir a la misma hora

Desayuna temprano: si desayunas media hora después de levantarse es probable que vayas a dormir más temprano. Quienes se trasnochan, tienden a saltarse el desayuno y cenar tarde.