Al menos 11 personas murieron este miércoles tras la detonación de un artefacto explosivo de los rebeldes maoístas en el estado de Chhattisgarh, en el este de la India, informó el jefe de Gobierno de esa localidad, Bhupesh Baghel, en un comunicado.

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“Lamento la noticia de la muerte de diez de nuestros miembros de la Guardia de Reserva del Distrito (DRG, en inglés) y un conductor debido a la explosión de un artefacto explosivo”, afirmó.

Por su parte, el primer ministro indio, Narendra Modi, a través de su cuenta en Twitter, condenó enérgicamente el crimen contra la policía y aseguró rendir “homenaje al valiente personal que perdimos en el ataque”.

Asimismo, el ministro del Interior de ese país, Amit Shah, indicó que ha asegurado “toda la asistencia posible al gobierno estatal” y también expresó sus “condolencias a los familiares afligidos de los Jawan mártires”.

Según Baghel, las fuerzas de seguridad llevaban a cabo una operación contra la insurgencia naxalita, como se conoce localmente a los maoístas, tras recibir información sobre la presencia de altos cargos de este movimiento.

Este grupo busca imponer una revolución agraria de corte maoísta y continúa activa tras medio siglo de operaciones sobre todo en el llamado “cinturón rojo”, una franja de territorio que recorre el centro y el este de la India.

Datos del Portal de Terrorismo del Sur de Asia, indican que, en lo que va de año, se han producido 42 muertes en incidentes relacionados con los maoístas (20 de ellos civiles, 9 miembros de las fuerzas de seguridad y 13 guerrilleros), frente a las 135 de 2022 y 237 de 2021.