La III Bienal de Montevideo se desarrollará entre septiembre y noviembre de este año en el Palacio Legislativo de la capital, la sede del Parlamento de Uruguay.

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"Es la única bienal que se hace dentro de un Parlamento. He visitado unas 90 bienales del mundo, en los más variados tipos de espacios: almacenes de puerto, bancos, museos, hangares aeropuertos, una cisterna del siglo VIII en Estambul, pero la única que se hace en un Parlamento es esta", indicó Hug.

El artista alemán que ha tenido a su cargo varias ediciones de las bienales de Brasil, una de Argentina, una de Italia, y las últimas dos de Uruguay, expresó que realizar la muestra en el Palacio Legislativo "es un gran desafío", pero "valdrá la pena".

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El lugar destinado a la actividad será el Salón de los Pasos Perdidos, un gran vestíbulo cubierto de mármoles y frescos. Por esta razón, Hug, bajo la premisa de "respetar el espacio", trabajará este año más que todo con instalaciones y esculturas de gran formato.

"Creo que Uruguay, como una de las cunas de la modernidad de América Latina, tiene toda la tradición artística filosófica que se necesita para hacer ese tipo de muestra", concluyó el también curador general, además de reflexionar sobre el hecho de que "la mayoría de las bienales se hacen en América Latina y en Asia y ya no en Europa o América del Norte".

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La presidenta de la Fundación Bienal de Montevideo, Laëtitia D'Arenberg, por su parte, confesó su "gran emoción" ante este proyecto: "Muchos países en el mundo deben estar hoy mirándonos y preguntándose cómo hemos llegado a esto, porque no es fácil para nadie hoy poder abrir un Palacio Legislativo sin arriesgar o vidas u obras de arte", subrayó.

Para la también empresaria y filántropa esto "es una cosa maravillosa, porque el arte no tiene parámetros ni tiene límites: el arte es vida y libertad". Ella considera, además, que esta edición será "la decisiva" para que Uruguay "siga brillando en el mundo de las bienales".

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