Diferentes organizaciones sindicales brasileñas permanecen en huelga general este viernes en las principales ciudades del país, como medida de protesta hacia las políticas impuestas por el presidente de facto, Michel Temer.

Los manifestantes también exigen la renuncia del mandatario no electo, quien es acusado de corrupción pasiva, debido a una denuncia por parte de los directivos de la empresa JBS, quienes aseguran que sobornan a Temer desde 2010.

El motivo principal de estas protestas es el rechazo a la reforma laboral, ley que se encuentra en espera de aprobación por parte del Senado Federal. Al mismo tiempo, los brasileños piden elecciones directas.

João Luiz Oro, presidente de la Central Única de Trabajadores (CUT) afirmó que la huelga general es la única alternativa que tienen los trabajadores actualmente.

"El gobierno del golpe del miedo y el Congreso debe pagar la factura con los banqueros y hombres de negocios, que están presionando para conseguir la factura del golpe. Ellos quieren terminar bien, rasgando las leyes laborales, la externalización de todos los trabajadores y volver al período de la esclavitud ", señaló el presidente de la CUT.

El llamado a huelga fue acatado por diversos sectores de la sociedad, así como en aeropuertos, avenidas, calles, establecimientos, y en las principales vías de la ciudad, en las que permanecen desplegados los brasileños para demostrar su rechazo a las reformas y pedir la dimisión de Temer.

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