Es una realidad de carácter global que algunas personas reaccionan de una manera violenta ante sus pares cuando están bajo los efectos del alcohol, pero según un estudio de Public Health Wales NHS Trust NHS Trust de Gales y datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) el género que tiene mayor problema con la bebida es el masculino. 

Tras entrevistar a 30.000 personas en edades comprendidas entre los 18 y 34 años en 21 países, se determinó que los hombres se vuelven más agresivos con la ingesta de alcohol aunque esta reacción también se debe a la ira de cada individuo.

Los investigadores de varios centros británicos encabezados por Public Health Wales NHS Trus concluyeron que “hay mucho material publicitario para promocionar las emociones positivas que se pueden esperar de la bebida”, pero a criterio de los investigadores es importante comprender mejor las reacciones negativas. Aseguraron que si se pretende ayudar a la gente a tomar decisiones informadas sobre el consumo, “necesitan tener una imagen completa de cómo el alcohol afecta el estado de ánimo y las emociones”. 

Para explorar cómo afecta emocionalmente el alcohol, los investigadores realizaron un sondeo en 11 idiomas distintos a través de una plataforma en línea. Las conclusiones revelaron que bebidas como la cerveza, destilados y vino en todas su presentaciones ayudan a las personas a sentirse con energía, relajados, sexys y seguros. Sin embargo, el abuso del licor pueden llegar a volverse agresivos, enfermos, inquietos y llorosos; siendo una muestra clara que el exceso puede llegar a alterar las emociones pero de una manera negativa. 

Según los datos del sondeo, las bebidas que generan sentimientos más negativos cuando se está en estado de ebriedad son el vino tinto y la cerveza con 59 por ciento de votos aunque el 41 por ciento asociaron estos licores a la confianza y relajación.

Las respuestas de los individuos variaron según el sexo y la dependencia del alcohol que consumen. Las féminas fueron más detallistas al asociar los sentimientos, asociando la confianza y la relajación con la ingesta de alcohol, mientras que los hombres, en su mayoría, asociaron el exceso en la bebida con la violencia y la agresión, al tiempo que se comprobó que los que más ingieren alcohol son los del sexo masculino.