El gobierno brasileño señaló el carácter pacífico de las manifestaciones realizadas este domingo en todo el país y dijo que estas evidenciaron la madurez de un país que sabe convivir con opiniones diferentes.

La Secretaría de Comunicación Social de la Presidencia de la República subrayó que la libertad de manifestación es propia de las democracias y debe ser respetada por todos, mediante una nota de prensa.

Las protestas, realizadas para demandar el enjuiciamiento político de la presidenta Dilma Rousseff, la salida del gobierno del Partido de los Trabajadores (PT) y el fin de la corrupción, transcurrieron sin incidentes y, según versiones de prensa, abarcaron los 26 estados de la federación y el Distrito Federal.

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De acuerdo con estimados de la Policía Militar citados por el diario Folha de Sao Paulo, en todo el país se movilizaron 2,9 millones de personas.

Las protestas fueron impulsadas a través de las redes sociales por los movimientos Vem Pra Rua (Ven para la calle) y Brasil Libre, que distribuyeron un denominado Mapa del Impeachment, que explica qué puede hacer a diario cada ciudadano para que los legisladores aprueben el juicio político contra Rousseff.

La jefa de Estado recordó a través de su cuenta oficial en Facebook que Brasil vive un momento en el cual las personas pueden manifestarse libremente, expresar sus sentimientos y eso es algo que debe preservarse.

Para mí -afirmó- es muy importante la democracia en nuestro país; entonces, yo creo que el acto de mañana (hoy) debe ser tratado con todo el respeto.

En opinión del diputado federal Daniel Almeida, del Partido Comunista de Brasil (PCdoB), las manifestaciones de este domingo no reflejaron solo la insatisfacción popular con la situación del país, sino que fueron fruto también de una fuerte campaña mediática asociada al Poder Judicial y el Ministerio Público.