Las víctimas del terremoto que asoló el miércoles pasado el centro de Italia reciben este sábado el homenaje oficial en un funeral de Estado, mientras continúan las labores de rescate, con pocas esperanzas de hallar supervivientes.

El presidente de la República italiana, Sergio Mattarella, y el primer ministro, Matteo Renzi, asisten al funeral en Ascoli Piceno.

Ambos, acompañados por otras autoridades estatales, regionales y políticos, participan desde las 11H25 horas locales (09:25 GMT) en el acto organizado en un polideportivo adyacente al Hospital Mazzoni de esa localidad de la región de Las Marcas, donde se han dispuesto los féretros con los cuerpos de 35 de los fallecidos.

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El acto es el primero oficial y se celebra mientras Italia está en luto nacional por la catástrofe del pasado 24 de agosto.

La bandera nacional a media asta en las instituciones públicas y ceremonias fúnebres con la presencia de las principales figuras del estado y el gobierno, son algunas de las manifestaciones de pesar ante la tragedia.

En camino a la ciudad de Ascoli Piceno, el presidente Sergio Mattarella visitó Amatricie, el centro urbano más duramente golpeado por el sismo.

En un recorrido por la localidad junto al alcalde, Sergio Pirozzi, el jefe del Departamento de Protección Civil, Fabrizio Curcio, y el presidente de la región Lazio, Nicola Zingaretti, el jefe de Estado dialogó con personas desplazadas de sus hogares en uno de los centros de acogida y felicitó a los socorristas por la labor realizada.

Mientras tanto, continúan las réplicas de diversa magnitud en la región central de la península, con más de mil 300 hasta el momento, según reportes del Instituto Nacional de Geofísica y Vulcanología.

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De Amatricie, el presidente se dirigió a la vecina Acumoli, donde perecieron 11 personas.