El funeral del candidato presidencial Eduardo Campos, quien murió este miércoles al caerse la avioneta en la que viajaba, será en Recife, capital del estado de Pernambuco, región que el socialista gobernó hasta este año, pero la fecha no ha sido confirmada.

Campos, de 49 años y cabeza del Partido Socialista Brasileño (PSB), será enterrado al lado de su abuelo Miguel Arraes, líder de izquierda en Pernambuco, quien murió el 13 de agosto de 2005, exactamente nueve años antes que su nieto.

El comisario responsable de las investigaciones, Aldo Galeano, indicó que los restos de las víctimas fueron trasladados al Instituto de Medicina Legal (IML) de San Pablo, para pasar por pruebas genéticas que permitirán la identificación de Campos, sus cuatro acompañantes y los dos tripulantes.

El avión Cessna 560XL transportaba a Campos y su comitiva desde Río de Janeiro, donde el candidato cumplía su agenda política, hasta Guarujá, ciudad en la que tenía compromisos de campaña.
    
La lluvia y el viento en Guarujá, detalló Galeano, impidieron al avión aterrizar y la torre de control pidió sobrevolar la región, por lo que el piloto decidió dar una vuelta sobre la ciudad de Santos para esperar a que se mejoraran las condiciones climáticas.

"Lo que suponemos es que el piloto buscó un área aislada, cerca de una piscina, un área bastante abierta para forzar el aterrizaje, pero el avión explotó", comentó Galeano, para quien una de las cuestiones a resolver es si la explosión de la avioneta fue en el aire o con el impacto.
    
Los primeros resultados de las investigaciones demorarán entre 30 y 40 días.
 
La Fuerza Aérea Brasileña (FAB), en tanto, anunció que encontró el sistema de grabación de voz, una especie de caja negra en ese tipo de aviones y en la que están registradas las comunicaciones entre el piloto, copiloto y la torre de control.