Conoce a los alpinistas momificados hallados años después de su extravío
Gran cantidad de aventureros han desaparecido al intentar alcanzar los picos más altos del mundo y sus cuerpos han sido hallados momificados años después.
Durante años gran cantidad de aventureros que decidieron escalar los picos más altos del mundo murieron en la travesía y sus cuerpos momificados fueron encontrados tiempo después.
El monte Everest, al ser el pico más alto del mundo, destaca por poseer la mayor cantidad de alpinistas momificados, cuyos cuerpos se han convertido en parte de la ruta que transitan otros montañistas.
Estos son algunos de los casos de alpinistas encontrados años después de su desaparición:
Los tres hermanos
En noviembre de 2012 fueron hallados los cadáveres de tres alpinistas que se extraviaron en los años 20 del pasado siglo. El descubrimiento se hizo en el glaciar alpino Aletsch, en el cantón suizo de Valais. Se trató de los tres hermanos Johann, Cletus y Fidelis Ebener, nacidos respectivamente en 1895, 1897 y 1903, y desaparecidos en marzo de 1926.
Botas verdes
Este el apodo que se le dio al alpinista Tsewang Paljor, cuyo cuerpo permanece congelado desde 1996 entre un montón de rocas a 8.848 metros de altura del monte Everest, la montaña más alta del mundo, localizada en el Himalaya (continente asiático). Sus botas verdes permanecen intactas y son la característica más resaltantes.
Peter Boardman
Era un alpinista británico que desapareció en 1982 tras intentar llegar a la cima del Everest por una ruta complicada. Su cuerpo fue encontrado diez años después momificado, en una posición entre sentado y acostado.
Un desconocido que saluda
Pese a que se desconoce su identidad, es uno de los cuerpos momificados más famosos del Everest. La postura de sus brazos hace creer que está saludando a quienes pasan frente suyo. Por este motivo, se ha convertido en uno de los puntos de referencia para los montañistas.
Los dos montañistas del Pico de Orizaba
En marzo de 2015 se hallaron los cuerpos de dos montañistas totalmente momificados en la parte alta del volcán Pico de Orizaba, en México, que se extraviaron hace 50 años.