El gobierno de Francia anunció este domingo que mantendrá la reforma del sector ferroviario, pese a las protestas que desde el miércoles mantienen los sindicatos de trabajadores. Dos temas son claves en este conflicto: por una parte, el endeudamiento de la sociedad nacional de ferrocarriles (SNCF), y por otra parte, la reunificación de la SNCF y de la Red Ferroviaria de Francia, RFF.

"No existe ninguna razón" para aplazar la reforma de la Sociedad Nacional de Ferrocarriles de Francia pues se trata de "una reforma de sentido común, negociada con los sindicatos", declaró el ministro de Finanzas Michel Sapin a una radio local.

Dos sindicatos de trabajadores de la SNCF, la Confederación General del Trabajo (CGT) y Solidarios Unidos Democráticos (SUD), iniciaron el miércoles pasado una huelga para protestar contra el proyecto de Ley que debe ser discutido por el parlamento esta semana.

Debido a la paralización parcial, el tráfico ferroviario se ha visto perturbado, en particular en la red de cercanías de París, utilizada por tres millones de usuarios diariamente. En las líneas de larga distancia, la huelga afecta el tráfico con España; en cambio las conexiones con Gran Bretaña y Alemania son prácticamente normales.

Esos dos sindicatos, mayoritarios en la empresa, rechazan la reforma que busca estabilizar la deuda del sector ferroviario (44 mil millones de euros) y a preparar su apertura total a la competencia.