Francia desmantela "Jungla" de Calais y deja fuera a más de 4 mil refugiados
Las autoridades francesas iniciaron hoy el desmantelamiento del centro de refugiados más grande del país, conocido como "la jungla" en Calais (norte), un campamento que alberga a unas cuatro mil personas.
Estos miles de refugiados han esperado allí por meses una oportunidad para cruzar a Reino Unido.
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El desmantelamiento del campamento empezó en su parte sur, bajo la presencia de un fuerte dispositivo policial, como consecuencia de una decisión judicial del tribunal administrativo de Lille, en Francia.
"La orden es aplicable, excepto para áreas sociales comunes", informó el jueves el portavoz del prefecto de la región Pas-de-Calais, donde se encuentra el campamento.
El Gobierno pretende continuar reduciendo el asentamiento dejándolo, por el momento, en dos mil personas.
El pasado martes expiró el plazo concedido por las autoridades para que más de un millar de refugiados abandonaran la parte sur del asentamiento.
Esta decisión fue recurrida ante la justicia por varias organizaciones humanitarias, pues consideran que no hay espacios preparados para acoger a todas las personas que se quiere desalojar.
Según expertos, este albergue improvisado ha significado un capítulo embarazoso y a menudo chocante en la crisis de refugiados más grande de Europa, y el Estado francés anunció este mes que la sección sur, densamente poblada, tenía que ser arrasada.
Organizaciones humanitarias contra la demolición brusca
Asociaciones opuestas a la medida presentaron una protesta ante la Corte, en la que piden el aplazamiento de un plazo para la salida organizada de los refugiados.
El Tribunal precisó que las chozas improvisadas usadas por los refugiados pueden ser destruidas, pero espacios comunes como sitios de oración, escuelas y una biblioteca deben quedar en pie.
Los equipos de demolición se aprestaban a comenzar lo que las autoridades dijeron "será una mejor solución" para los refugiados varados en Calais, con las fronteras virtualmente cerradas por los crecientes regímenes de seguridad.
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Mientras que las autoridades estiman que la cifra de refugiados afectados por la demolición será de 800 a mil, organizaciones humanitarias aseguran que son al menos cuatro mil.
Un traslado drástico e incierto
Aún se desconoce el destino de los refugiados una vez que sean desalojados. Éste sería el paso más drástico tomado por el Gobierno francés para poner "fin" a esta crisis en Calais, que desafía la voluntad del Estado para resolverlo.
En noviembre, la misma corte de Lille, ordenó al Gobierno limpiar el campamento, así como añadir agua potable, inodoros, botes de basura y censar la cantidad de menores sin familia, para encaminar una "ayuda".
El alegato de las autoridades para cerrar el campamento ha sido que la inseguridad y la insalubridad del lugar afectan la imagen de Calais, una ciudad de 80 mil habitantes, que enorgullece de su turismo en la Costa de Ópalo, reseña Terra.
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