La Policía francesa y participantes del Festival Internacional de Teatro Callejero tuvieron un enfrentamiento en la noche de este viernes 19 de agosto en el en la ciudad de Aurillac (centro), por causa del descontento que generó las estrictas medidas de seguridad.

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Escaparates de comercios y mobiliario urbano destruidos, así como contenedores quemados fueron algunas de las consecuencias de los altercados entre los funcionarios y los asistentes. Algunos grupos violentos, incluso organizaron barricadas durante la algarabía, que se prolongó durante más de una hora.

Pierre Mathonier, el alcalde de la ciudad, informó que unas 300 personas estuvieron implicadas en los hechos, que empezaron a desarrollarse en los controles de acceso a la zona de los espectáculos, precisamente por el malestar de algunos agitadores que "están contra el festival".

Asimismo, reveló que antes de los disturbios, las autoridades ya manejaban la información de que "algo se preparaba" porque "para algunos asistentes al festival, el dispositivo anti-atentados ha sido interpretado como un dispositivo anti-libertad".

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Por su parte, Richard Vignon, el prefecto o delegado del Gobierno francés, denunció el hecho de que las acciones violentas estuvieran dirigidas en contra de "un dispositivo de protección para los artistas, los asistentes al festival y la población local, un dispositivo que responde a las amenazas de atentados".

Audrey Azoulay, la ministra francesa de Cultura, también se pronunció al respecto. En un comunicado lamentó los incidentes y reforzó su apoyo al alcalde, al festival y a los funcionarios que, desde su perspectiva, "hicieron todo lo posible para garantizar a la vez la celebración de los espectáculos y la seguridad del público".

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