El vocero de las FARC, Pablo Catatumbo, confirmó este lunes, al comenzar el vigésimo ciclo de Diálogos de paz, que están dispuestos a firmar un acuerdo de "mínimos humanitarios", en respuesta a la propuesta del vicepresidente colombiano Angelino Garzón.

“Desde ya estamos dispuestos a concertar con el Gobierno su implementación inmediata. Agregando, como es lógico, que el catálogo de obligaciones para el Gobierno deberá incluir entre otros aspectos el desmonte de sus bandas criminales afines, tales como las llamadas Urabeños, Rastrojos, Ejército Antirestitución de Tierras, entre otras más mafias del narcotráfico", afirmó Catatumbo al tiempo que afirmó que las mal llamadas Bacrim que "son apenas las siglas del paramilitarismo militar”.

El pasado 26 de enero, el vicepresidente Garzón publicó una carta abierta donde instaba a su Gobierno y a las FARC a firmar un acuerdo de "mínimos humanitarios" antes del Mundial de Fútbol de Brasil 2014, que comienza en junio, para demostrar con este gesto que es posible lograr la paz en el país.

Las FARC indicaron que desde el inicio de los actuales diálogos de paz se han mostrado dispuestas a concertar un tratado de regularización del conflicto o a un cese bilateral de las hostilidades.

Pero "la respuesta del gobierno en boca del ministro de la guerra, Juan Carlos Pinzón, y de algunos altos mandos que se benefician de la confrontación, ha sido de rechazo absoluto", lamentan las FARC.

Las delegaciones de las FARC y del Gobierno colombiano retomaron este lunes las negociaciones centrados en el tercer punto de la agenda: El problema de las drogas y del narcotráfico.

Ambas delegaciones entran a este nuevo ciclo con nuevos integrantes en su equipo. Por el lado del Gobierno están María Paulina Riveros, negociadora plenipotenciaria y Nigeria Rentería Lozano, quien se desempeñaba como alta consejera presidencial para la equidad de la mujer. Por el otro, podría comenzar a integrar la delegación de la guerrilla Guillermo Enrique Torres, conocido como "Julián Conrado", quien al iniciar los diálogos en el 2014 fue trasladado a La Habana, Cuba.