Desde este domingo en Rusia, se puso en marcha una nueva ley antitabaco que prohíbe fumar en lugares públicos y limita la publicidad de las compañias tabacaleras.

El presidente Vladimir Putin firmó la ley que entró en vigencia este primero de junio, la cual prohíbe fumar en universidades, escuelas, hospitales, restaurantes, trenes, estaciones de tren y de metro, estadios y oficinas gubernamentales. Según la normativa, solo se podrá fumar en salas para fumadores ubicadas en oficinas.

Tampoco será posible exponer cigarrillos, tabaco de mascar y cigarrillos electrónicos en los mostradores de las tiendas y supermercados; en cambio, se pondrá una lista conteniendo sus respectivos precios. Además, se les prohíbe a las tabacaleras realizar cualquier tipo de rifas, eventos y festivales patrocinadores y se estableció la prohibición total de la publicidad del tabaco en todos los espacios mediáticos, inclusive en la web.

El primer ministro ruso de ese entonces Dimitri Medvédev, fue el propulsor en octubre de 2012 de la ley Protección frente al Humo del Tabaco y las Secuelas del Tabaquismo, que incluye un sistema de estímulos para quienes decidan dejar de fumar.

En el 2013 iniciaron los controles en hospitales, colegios y edificios oficiales e implementó una serie de normas en la publicidad de las compañías de tabaco.

Rusia ocupa el séptimo lugar en el mundo en el número promedio de cigarrillos fumados per cápita al año. Según los últimos datos, en Rusia hay cerca de 44 millones de fumadores, lo que constituye el 40 por ciento de la población. El 65 por ciento de los fumadores son hombres, mientras el porcentaje de mujeres fumadoras es del 30 por ciento.

Una de las últimas encuestas mostró que el 60 por ciento de los fumadores desearía librarse de de la dependencia del tabaco.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) anualmente, seis millones de personas mueren por causas relacionadas al tabaquismo, de las cuales 600 mil son fumadores pasivos.