El Gobierno sionista de Israel continúa la campaña de terror y violencia contra el pueblo palestino, específicamente en la Franja de Gaza, donde hasta el momento se reportan 51 fallecidos y 300 heridos, según fuentes oficiales palestinas.

Israel perpetra desde hace siete décadas un plan sistemático de "limpieza étnica" y es abiertamente apoyado por el Gobierno de Estados Unidos en sus planes de terror en Medio Oriente, a pesar de su retórica discursiva. El sionismo israelí siempre ha apostado a la división de los palestinos en todos los niveles. No tolera, y mucho menos le conviene políticamente, la unión entre los movimientos de resistencia popular Hamás y Fatah.

En ese contexto, la Administración de Benjamín Netanyahu desató una ola de ataques el pasado 12 de junio, con la excusa de la búsqueda de tres jóvenes israelíes desaparecidos en Cisjordania. Tal ofensiva se intensificó a partir del primero de julio, cuando encontraron sus cadáveres.

Los tres jóvenes israelitas asesinados fueron secuestrados en un lugar de Hebron repleto de seguridad israelí, fuera del rango de acción de Hamás. Israel, que funciona bajo un Estado policial, es el lugar que contiene más cámaras de seguridad y vigilancia en el mundo y ha acusado a Hamás de disparar cohetes a su territorio, aunque no muestra víctimas ni heridos.

En respuesta, se produjo el rapto y asesinato de un adolescente palestino de 16 años en Jerusalén Este, cuyo cadáver apareció calcinado y con signos de violencia en un bosque, homicidio perpetrado por tres extremistas judíos que confesaron haber cometido crimen.

En los últimos dos días, los brutales ataques aéreos que Israel viene realizando bajo la denominada operación "Borde Protector" han cobrado la vida de 51 palestinos y otros 300 resultaron heridos. Solamente en los bombardeos de este miércoles murieron 19 personas, entre ellas una anciana de 80 años y siete menores, según informó Asraf al Qadra, portavoz de emergencias del Ministerio de Salud de Hamás.

Los Gobiernos de Egipto, Irán, Venezuela, Ecuador, Jordania, así como la Liga Árabe, han condenado los bombardeos y subsecuentes asesinatos del Gobierno israelí contra Palestina.

Otra de las medidas de represión contra el pueblo palestino, a parte del plan de "limpieza étnica", incluye el bloqueo de la frontera con Gaza, que fue cerrada ilegalmente desde junio de 2007, impidiendo el paso de ayuda humanitaria, bienes comerciales y personas, desde y hacia la Franja de Gaza.

El bloqueo ha impedido que en los últimos siete años cerca de 1,7 millones de palestinos ejerzan sus principales derechos, entre ellos los del trabajo, la salud, la educación y la libre circulación. Además, ha conllevado el exilio forzado de unos dos millones de palestinos.

A partir de la creación de Israel, en 1948, sus sucesivos gobiernos han avanzado sobre Palestina y han dejado a ese pueblo con apenas 12 por ciento de su territorio histórico, que hoy abarca la Franja de Gaza y la zona de Cisjordania.