La ciudad de Beijing, capital de China, registra este martes una actividad menos regular, tras la entrada en vigencia de la alerta roja por contaminación que se extenderá, por lo menos, hasta el día jueves.

Medios internacionales reporta un tráfico de vehículos con menor densidad; además del cese de las actividades dentro de las fábricas y la suspensión temporal de las actividades en centros educativos.

Expertos climáticos aseguran que la contaminación en la capital del gigante asiático podría persistir, al menos, durante tres días consecutivos; situación que obligó a activar la alerta roja, pese a las medidas tomadas por el Ejecutivo durante los últimos meses para mejorar la calidad del aire.

Mientras una nube cubre de la ciudad de Beijing, algunos comercios registraron incrementos en las ventas de mascarillas de oxígeno.

Se espera que las escuelas y universidad mantengan cerradas sus puertas mientras mejoran sus sistemas para la filtración del aire.

Por su parte, se espera que la llegada de un frente frío a Beijing despeje el cielo de la contaminación.

Según la lectura de las partículas suspendidas de 2,5 micras (PM2.5) superó los 300 microgramos por metro cúbico este martes, cantidad que podría incrementar en las próximas horas.

La Organización Mundial de la Salud considera que menos de 25 microgramos es un nivel apto o seguro de dichas partículas.

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