La tasa de desempleo en Grecia consolida sus indicadores históricos, con 28 por ciento de paro y 61 por ciento de jóvenes en esa situación, que para finales del año pasado se ubicaba en 51 por ciento de jóvenes en estado de desocupación.

El aumento fue de 0,3 puntos porcentuales respecto a octubre del año pasado, cuando la tasa de paro era de 27,7 por ciento y de 1,7 puntos respecto a noviembre de 2012, cuando se situaba en 26,3 por ciento.

La población más afectada por el desempleo son los jóvenes menores de 24 años, cuyo paro se situó en 61,4 por ciento en noviembre, con una tendencia que se mantiene constante frente al 57,9 por ciento de octubre de este año y el 61 por ciento un año antes. El sexo femenino es el más afectado por la desocupación, pues las mujeres presentan un 32,2 por ciento de desempleo frente al 24,9 por ciento de los hombres.

Pese a la tendencia creciente del desempleo en Grecia, el gobierno de coalición de conservadores y socialistas de Antonis Samarás, espera que el desempleo se reduzca en 2014, tras varios años ininterrumpidos de destrucción de empleo, gracias a la vuelta tímida del crecimiento del PIB (0,6 por ciento).

En contraste, los economistas han predicho que la mejora de la situación de empleo será lenta, debido a la alta tasa de desempleo, que es la mayor de la zona euro y que no desentona con la condición de su economía, pues el país europeo ha vivido seis años consecutivos de recesión y cuatro de ellos bajo asistencia financiera internacional.

Grecia emprendió una política de austeridad y reformas draconianas, a cambio de préstamos de la UE y del FMI.

El anuncio de 15 mil despidos realizados en Grecia, que desataron protestas, son parte de las exigencias de la llamada Troika (conformada por el Banco Central Europeo, el Fondo Monetario Internacional y la Comisión Europea) para disminuir gastos y asi prestar la ayuda para la estabilización de la economía griega.