Tras la ruptura de las relaciones diplomáticas entre Honduras y Ecuador hace alrededor 10 meses, los presidentes de Ecuador, Rafael Correa, y de Honduras, Juan Orlando Hernández, se reunieron por primera vez este jueves en el Palacio de Carondelet (sede de Gobierno), en la capital ecuatoriana.

El mandatario hondureño arribó al país suramericano la noche del miércoles y permanecerá en el país hasta el viernes, después de cumplir una agenda en la que la prioridad está en conocer la experiencia ecuatoriana en la implementación del Plan Nacional del Buen Vivir, recaudación de impuestos e infraestructura.

Durante la reunión de bienvenida, el mandatario hondureño agradeció a su homólogo ecuatoriano su amabilidad durante el encuentro en La Habana en la cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac).

Hernández expresó su interés al mandatario ecuatoriano de estudiar el desarrollo social que ha tenido Ecuador en con la Revolución Ciudadana. Igualmente dijo estar impresionado de cómo se concibe el uso del concepto del Buen Vivir, en el país suramericano.

Igualmente señaló que es de mucha importancia las relaciones entre ambos países “para nosotros es muy importante aprender de las experiencias de ustedes muchas positivas, es nuestra primer visita fuera de nuestro país ya bilateralmente”, dijo Hernández.

El presidente Correa le dio la bienvenida a su homólogo hondureño, “bienvenidos todos y cuenten con nosotros en lo que podamos ayudar al pueblo hondureño, así como nosotros tenemos que aprender muchísimo del bravo pueblo de honduras, heredero de Morazán”.

Como parte de sus actividades en Ecuador, Hernández se reunirá con el director del Servicio de Rentas Internas (SRI), Carlos Marx Carrasco; así como con autoridades del Ministerio de Desarrollo Urbano y Vivienda, de la Secretaría Nacional de Planificación y Desarrollo (Senplades) y del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS).

El Gobierno de Ecuador rompió relaciones diplomáticas con Honduras en junio de 2009, luego de que en ese país se produjo un golpe de Estado que derrocó al presidente Manuel Zelaya.