El Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos (EE.UU) difundió el pasado martes una serie de memorandos con el objetivo de poner en marcha la ley de inmigración propuesta por el presidente Donald Trump.

Las nuevas reglas consideran a todos los inmigrantes sin documentos como sujetos de deportación. Sin embargo, mantiene las protecciones vigentes para aquellos inmigrantes conocidos como dreamers, quienes llegaron al país siendo niños.

El comunicado emitido por el Departamento de Seguridad solicita a todos los agentes de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza, así como del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas reconocer, apresar y deportar lo más pronto posible a los inmigrantes indocumentados que se encuentren en el país.

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La normativa también contempla que aquellos inmigrantes que tengan antecedentes criminales, así como los que sean considerados una amenaza para la seguridad de la nación o hayan abusado de un sistema de beneficios, serán prioridad al momento de las deportaciones.

La orden también recalca que los agentes de inmigración y aduanas, al igual que la guardia fronteriza pueden deportar a los inmigrantes sin necesidad de presentarlos ante un juez de inmigración.

El Gobierno de EE.UU. informó que para garantizar el cumplimiento de la medida se contará con diez mil nuevos funcionarios encargados de controlar la inmigración ilegal.

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El plan también autoriza el comienzo de la expansión del muro fronterizo con México, propuesto por Trump durante su campaña electoral.