La justicia del estado de Georgia (sur) de Estados Unidos (EE.UU.) ejecutó este miércoles a una mujer acusada de asesinar a su esposo hace 18 años, tras rechazar su solicitud de clemencia y pese al llamado del papa Francisco a que se eliminara la penal capital en el país. 

Las autoridades le administraron una inyección letal a Kelly Gissendaner, de 47 años, quien estaba recluida en la prisión de Jackson (Atlanta).

Aunque su defensa presentó ante la Corte Suprema de Georgia varios recursos de amparo para detener la ejecución, todos fueron rechazados. Los hijos de Gissendaner pidieron clemencia  ante la Junta de Libertad Condicional y Perdón, pero también fue negado. 

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“Kelly Gissendaner fue ejecutada según la ley. Ella realizó una última declaración y solicitó que se le permitiera rezar”, dijo el portavoz de la administración penitenciaria, Gwendolyn Hogan.

El papa Francisco hizo un llamado urgente a conmutar la pena capital ante el Congreso estadounidense a través del representante del Vaticano en la nación, Carlo María Vigano, con el propósito de que Gissendaner saliera ilesa. 

CONTEXTO

En septiembre de 2014, la corresponsalía de teleSUR en EE.UU. tuvo acceso a un reporte del Centro de Información Penal de ese país, que indicaba que la justicia estadounidense “ejecuta a más personas que cualquier otra democracia en el mundo”.

Al consultar sobre cárceles y violaciones a la integridad humana, desde 1973, el país estadounidense ha condenado a muerte a 7 mil 482 personas. Se calculó para la fecha que el cuatro por ciento de los ejecutados perdieron la vida por un crimen que no cometieron.

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