El Gobierno de Estados Unidos ordenó este martes, la expulsión de 15 funcionarios de la embajada de Cuba en Washington, una semana después de que el Gobierno de la isla instara a Washington a "no tomar decisiones apresuradas".

"El Departamento de Estado ha informado al Gobierno de Cuba de que ha ordenado la salida de 15 de los funcionarios de su embajada en Washington", informó el secretario de Estado de EE.UU., Rex Tillerson.

De acuerdo con un alto funcionario de la entidad federal, la medida fue tomada por los incidentes de salud reportados por miembros del servicio exterior estadounidense en La Habana, pero subrayó que no significa un cambio de política hacia la nación caribeña ni alguna asignación de responsabilidades por los hechos.

El Gobierno cubano declaró que mantendrá una investigación acerca de lo sucedido, y que mantendrá su apoyo para descubrir los motivos de las enfermedades de los 22 funcionarios.

Por su parte, la directora general de Estados Unidos en la cancillería cubana, Josefina Vidal, calificó la decisión de precipitada y señaló que afectará las relaciones bilaterales, en especial, la concreción de varios acuerdos en temas de interés mutuo.

Vidal indicó que el Gobierno de Cuba no tiene responsabilidad con esos hechos y cumple de manera responsable con lo establecido por la Convención de Viena de 1961, acerca de la protección de la integridad física de los diplomáticos y sus familiares.

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Luego de las decisiones tomadas por la Casa Blanca, así como las de Trump el pasado 16 de junio, varios voceros manifestaron que esto representa una amenaza para las relaciones diplomáticas que se estaban llevando a cabo entre los dos países.

El viernes pasado, el Departamento de Estado de EE.UU. decidió retirar a más de la mitad de sus funcionarios, por lo que se iguala a la misma capacidad de funcionarios en las entidades de ambos países.