Dilma Rousseff sigue apostando a la inversión
Los candidatos presidenciales de Brasil continúan una intensa campaña electoral por el voto de los ciudadanos y a 19 días de los comicios generales, la mandataria Dilma Rousseff se mantiene como favorita entre las opciones.
Rousseff sigue apostando por la inversión, la distribución del ingreso petrolero y el fortalecimiento de la educación a fin de garantizar la calidad y el acceso de todos los niños.
La candidata del Partido de los Trabajadores (PT), que busca la reelección, destacó la entrega de 100 mil becas para jóvenes que deseen estudiar en el extranjero en la denominada segunda etapa del programa "Ciencia sin Frontera", en 2015.
Rousseff subrayó que más de 60 mil alumnos se inscribieron este año en este programa, costeado enteramente por el gobierno federal y quedan por ofertar 14 mil 900 becas en diferentes universidades del planeta.
Además, inició la construcción de una torre de más de 300 metros en el corazón de la amazonía de Brasil para investigar el gigantesco ecosistema y las señales de cambio climático.
Por otra parte, reiteró las críticas a su adversaria Marina Silva, del Partido Socialista Brasileño (PSB), y lamentó que recurra a falsas afirmaciones y argumentos cuando se siente presionada, para tratar de opacar su gestión. Silva ha prometido a comunidades de indígenas, negros y pescadores atender a sus demandas en contra de la construcción de hidroeléctricas.
Incrementa respaldo
Este lunes, más de cinco mil artistas y escritores brasileños expresaron su respaldo a la reelección de la presidenta Dilma Rousseff, para garantizar el desarrollo del país, con justicia social.
"Los brasileños ya pagaron un precio alto para beneficiar a los especuladores y avariciosos. No se puede admitir volver atrás y eliminar los programas sociales, quitarle al Estado su responsabilidad básica y fundamental", revela el documento rubricado por el compositor Chico Buarque.
En el texto, llaman a los brasileños a la reflexión e instan a decidir si "queremos que Brasil avance por el camino elegido en 2003, con el expresidente Luiz Inacio Lula da Silva, o regresarnos a un país lleno de humillación y pobreza.