Paulo Bernardo Silva, exministro brasileño durante las gestiones de gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva y de Dilma Rousseff, fue detenido a primera hora de este jueves en Brasilia por la Policía Federal en una nueva operación anticorrupción del caso Lava Jato, asociada a la estatal Petrobras.

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La Policía Federal ha informado que para este jueves se tienen previstas 75 órdenes judiciales en 5 estados del país: 11 son de prisión preventiva, entre ellas se encuentra la efectuada al exministro Silva; 40 son de búsqueda y aprehensión de pruebas; y 14 son de conducción coercitiva, es decir, cuando la persona es obligada a declarar a las autoridades. Así lo detalló desde São Paulo el corresponsal de teleSUR, Leonardo Fernández.

Fernández también explicó que la Policía Federal informó que el objetivo de este operativo en masa es clarar el pago de los recursos ilícitos entre los años 2010 y 2015 a funcionarios y a agentes públicos vinculados al Ministerio de Planificaciones, periodo en que dicho ente se encontraba bajo el comando de Paulo Bernardo Silva, en la gestión de Lula da Silva.

La Policía Federal también sospecha de la senadora del PT y esposa de Silva, Gleisi Hoffmann. Ella fue ministra durante el Gobierno de Rousseff y actualmente es una de las figuras más activas en la defensa en el proceso que un comisión del Senado realiza contra la mandataria suspendida. Las autoridades la acusan de recibir recursos ilícitos durante su campaña al Senado en 2010.

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Al respecto, Hoffmann ha rechazado la declaración y sostiene que todos los recursos usados en campaña fueron declarados y aprobados por la justicia federal. Entre tanto, la defensa del exministro Silva ha declarado que no entiende los motivos de la detención del político principalmente porque este siempre estuvo a la orden y no representa ningún riesgo para las investigaciones, subrayó el corresponsal de teleSUR.

Las autoridades han indicado que agentes de la Policía Federal también se dirigían hacia una residencia que la pareja posee en la ciudad de Curitiba, en el sur del país, con el objeto de hacer un allanamiento. Asimismo, medios locales han confirmado que otros agentes se han desplazado hacia la sede de la dirección nacional del PT, situada en São Paulo.

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