Los resultados preliminares de la primera ronda de elecciones municipales francesas, celebradas este domingo, ubicaron a la derecha al frente de la votación, alcanzando aproximadamente un 51,19 por ciento de los sufragios, distribuidos en un 46,54 por ciento para la derecha y un 4,65 por ciento para la extrema derecha.

El primer balance ofrecido por el ministro del Interior, Manuel Valls, determinó también que la izquierda se haría con el 38,38 por ciento de los sufragios, específicamente un 37,74 por ciento para la izquierda y apenas un 0,58 por ciento para la extrema izquierda.

En declaraciones a los medios de comunicación, el Ministro precisó que la participación giró alrededor del 64,13 por ciento, lo que constituye un 2,16 por ciento menos que la última cita electoral municipal de 2008, cuando acudió a votar el 66,54 por ciento del padrón electoral.

"Este índice de abstención es demasiado alto. Indudablemente es un mensaje que nos han enviado los ciudadanos. Hay que oírlo, el conjunto de los responsables públicos y políticos deben oírlo", aseveró Valls.

Por un lado, el titular de la Unión por un Movimiento Popular (derecha), Jean-François Copé, aseguró que las condiciones para una "gran victoria" de su partido están reunidas para la segunda vuelta.

En tanto, la presidenta del Frente Nacional (ultraderecha), Marine Le Pen, se congratuló por la "cosecha excepcional" lograda por su partido. Por su parte, el portavoz del Partido Socialista (PS), David Assouline, deploró el "alza importante e inquietante" de esta extrema derecha.

La segunda ronda se celebrará el próximo domingo 30 de marzo, para elegir a los alcaldes y concejales de unos 36 mil 700 municipios, cargos para los que se han inscrito más de 926 mil candidatos.

La derrota del Partido Socialista del presidente François Hollande, quien llegó al poder en 2012, estaba precedida por la caída de popularidad del Mandatario durante los últimos meses, debido a la falta de acciones para reducir la tasa de desempleo.