Las autoridades mexicanas detuvieron este miércoles a unos 250 migrantes centroamericanos en el estado de Tabasco (sureste), en un operativo conjunto donde se denunciaron actos de violencia y la desaparición de decenas de indocumentados, según defensores de derechos humanos.

El Instituto Nacional de Migración (INM), junto a miembros de la Policía Federal de México, realizaron un operativo de control y verificación, identificando a un grupo de aproximadamente 250 extranjeros localizados en la comunidad de rancherías de Chacama, Tabasco, los cuales no mostraron documentos de estancia legal en el país.

La Secretaría de Gobernación, a través de un comunicado emitido este jueves, indicó que los migrantes detenidos proceden de Honduras, El Salvador y Guatemala. Estos fueron presentados ante el INM para proceder a su "retorno asistido", y se reiteró el "compromiso de salvaguardar la integridad de los migrantes y el respeto a sus derechos humanos".

Por su lado, el vocero del Movimiento Migrante Mesoamericano, Rubén Figueroa, declaró a la agencia AFP que los migrantes emprendían una caravana a pie hacia los Estados Unidos al momento de ser emboscados por las autoridades del INM y la Policía Federal, siendo estos “golpeados, arrastrados e insultados con palabras altisonantes”.

El activista expresó que los migrantes iniciaron la caravana hace dos días, después de que las empresas ferrocarrileras les impidieran seguir su camino en el lomo del tren de carga conocido como "La Bestia". Indicó que a pesar de las detenciones, decenas del total de 313 migrantes habrían desaparecido.

Asimismo, Figueroa denunció que en el operativo, policías federales y miembros del INM también agredieron a los defensores presentes en el lugar como él mismo y los sacerdotes Tomás González 'Fray Tormenta' y Fray Aurelio, responsables de un refugio para indocumentados en Tabasco.

"Nos golpearon, nos arrastraron, casi le fracturan la mano a 'Fray Tormenta'", denunció Figueroa, quien aseguró que, si bien la violencia de las autoridades hacia los migrantes es lamentablemente común, es casi "inaudita" hacia los activistas, por lo que elevarán el caso a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) y también a la justicia mexicana.

Cada año, unos 140 mil extranjeros, la gran mayoría centroamericanos, intentan llegar a los Estados Unidos de manera ilegal, utilizando distintas maneras de transporte, en este caso a través de trenes de carga, exponiéndose a ser víctimas de secuestros, asesinatos, violaciones y extorsiones a manos del crimen organizado que controla esas rutas.