El toletero quisqueyano David Ortíz, conocido como el “Big Papi”, rechazó la medida que implementará las Grandes Ligas a partir de esta temporada de acelerar los juegos, y se mostró dispuesto a pagar el precio por mantener la esencia del béisbol.

"Quizás me dejarán sin dinero", dijo Ortiz sobre la nueva reglamentación para apurar el ritmo de los juegos y que obligan a los peloteros mantener un pie en la caja de bateo mientras consumen su turno.

En sus primeras declaraciones a la prensa al presentarse a los entrenamientos de primavera en Fort Myers, estado Florida (sur EE.UU.), Ortiz aseguró no haberse percatado de la regla sobre los bateadores.

"¿Así que después del pitcheo, hay que quedarse en la caja?",  se preguntó.

El astro dominicano afirmó que la normativa, anunciada la semana pasada, afecta injustamente a los bateadores.

Uno de los cambios más radicales que se plantearon, el de limitar el número de segundos entre cada lanzamiento, no se adoptó.

"No voy a cambiar mi rutina", señaló el bateador designado de los Medias Rojas de Boston. "No me importa lo que digan".

Nuevas normativas

Las Grandes Ligas sancionarán a partir del 1 de mayo de 2015 con multas de hasta 500 dólares por infracción, dado que quedaron limitadas a advertencias y multas, en lugar de que los árbitros canten strikes en contra de los bateadores.

Otro elemento de la iniciativa que las Grandes Ligas y el sindicato de peloteros aprobaron fue la instalación de relojes para limitar la duración en el cambio de lanzadores y las pausas entre las entradas. Los dirigentes además, ya no tendrán que salir de la caseta para pedir la repetición de video.