Tan solo en marzo, han incrementado dramáticamente las cifras de violencia contra periodistas en México, con cuatro tiroteos y tres asesinatos. Una situación que activistas atribuyen a una creciente impunidad.

Este miércoles, un nuevo atentado con arma de fuego "casi a quemarropa" se registró contra el periodista mexicano Armando Arrieta Granados, de 51 años, jefe de redacción del semanario La Opinión de la localidad de Poza Rica, en el estado de Veracruz, que quedó gravemente herido tras recibir cuatro impactos de bala, luego de cerrar la edición del diario.

"Este es el cuarto ataque con arma de fuego a un periodista en México desde principios de mes, un hecho sin precedentes en el país", dijo la directora de la ONG Artículo 19 en México y Centroamérica, Ana Cristina Ruelas, que registra este tipo de crímenes, además de asesorar y proteger a los periodistas.

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Ruelas consideró que el incremento se debe a que las autoridades no muestran un interés real en investigar los asesinatos de periodistas.

"Si se toma en cuenta el nivel de impunidad contra la prensa es del 99,75 por ciento, es decir que solamente el 0,25 por ciento (de los casos) se resuelven, el mensaje que está mandando el Gobierno es que aquí no pasa nada si matas a un periodista", aseguró la directora.

El dato:

99 asesinatos de periodistas se registraron desde el 2000 al 2016, en México.

En 2016 se registró un récord, con 11 periodistas asesinados en México.

En 2005 el director general y propietario del diario La Opinión de Poza Rica, Raul Gibb Guerrero, fue asesinado por un grupo armado en esa región.

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