A través de una cadena nacional el presidente de Costa Rica, Luis Guillermo Solís, afirmó este martes que el Gobierno "enfrenta dificultades de liquidez para pagar sus obligaciones y garantizar la operación de servicios".

"A pesar de todos los llamados públicos y esfuerzos que hemos hecho desde el inicio de mi mandato para contener los gastos y aumentar los ingresos, sigue existiendo una brecha que debemos cerrar con recursos frescos", dijo el presidente.

Según el mandatario, las acciones económicas emprendidas en su Gobierno permiten que los costarricenses "no perciban los peligros", sin embargo, la crisis de liquidez ocurre a pesar del incremento de la producción, de las medidas antiinflacionarias y del control en el alza de las tazas de interés.

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Solís en su Administración aplicó una serie de medidas, entre ellas una orden de que el presupuesto del país para el año 2018 tenga un crecimiento cero en los rubros que no tengan obligación constitucional para aumentar.

Asimismo, firmó un decreto que ordena a la Tesorería Nacional dar prioridad a los pagos del Estado para dar atención primordial a la deuda pública, los sueldos y pensiones del Gobierno central.

"Mi Gobierno está dispuesto a tomar las decisiones necesarias, asumir toda la responsabilidad para cerrar este ciclo odioso de debilidad de nuestras finanzas y permitir que las próximas administraciones tengan los recursos necesarios para erradicar la pobreza y construir la infraestructura imprescindible que necesita un país desarrollado", expresó Solís.

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Por su parte, la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE) de Costa Rica reveló este martes un informe que expone que el país necesita ejecutar reformas tributarias significativas para lograr un desarrollo razonable de la economía.

En Costa Rica el déficit fiscal en el 2016 cerró en un 5,2 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB), el más bajo registrado en los últimos cuatro años, según el Ministerio de Hacienda.