El sector educación ha manifestado su descontento frente al anuncio del Gobierno portugués de cerrar el próximo año más de 300 escuelas públicas en diversos puntos del país, motivo por el cual los alumnos serán reubicados en otras instituciones.

Entre los colegios en que se dejará de impartir clases se encuentran aquellos del primer ciclo de la enseñanza básica; sin embargo, todavía se desconoce cuáles serán exactamente los afectados.

La falta de información fue censurada este domingo por partidos políticos de izquierda y por asociaciones de padres y madres, quienes reclamaron que sea revelada la lista completa de escuelas que cerrarán.

“El Gobierno está escondiendo cuáles son los colegios que quiere cerrar”, indicó el líder del Partido Comunista, Jerónimo de Sousa, quien mencionó que también se han clausurado durante los últimos años tribunales y centros sanitarios, especialmente en pequeños municipios.

Los planes del conservador Gobierno luso, son parte de una “racionalización” de la red nacional de instituciones educativas, con la finalidad de suprimir aquellos que cuentan con menos alumnos.

Las medidas que se aplican en el sector educación, forman parte de la lista de recortes sociales aplicados por el Ejecutivo a instancias de la Troika económica.

El proyecto presupuestario del Gobierno portugués para 2014, recoge recortes severos en los gastos públicos y agrava la carga fiscal con el aumento de algunos impuestos.

Según el documento, el recorte es de 3 mil 900 millones de euros (unos 5 mil 272 millones de dolares), es decir 2,3 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB).