El portavoz del Ejército de Irak, Qasem Ata, denunció este lunes que centenares de soldados y civiles han sido ejecutados por los insurgentes suníes del Estado Islámico de Irak y el Levante (EIIL), desde el comienzo de su ofensiva contra el pueblo dos semanas atrás.

En declaraciones ofrecidas a la prensa, el funcionario señaló que los extremistas degollaron y ahorcaron a la mayoría de las víctimas, cuyos cuerpos fueron en ocasiones mutilados, en las provincias de Saladino, Nínive, Kirkuk y Diyala.

Ante esta situación, Ata exigió a la Organización de Naciones Unidas (ONU) y al Gobierno de su país que "intervengan para condenar e informar sobre estas masacres que deben ser llevadas ante los tribunales internacionales porque son crímenes contra la Humanidad".

"Todos somos blancos de las bandas criminales del Estado Islámico de Irak y el Levante, tanto suníes, como chiíes, cristianos, kurdos, turcomanos", enfatizó Ata.

El responsable castrense recordó que a través de Internet, los yihadistas han publicado fotografías de ejecuciones sumarias, presuntamente perpetradas en Irak, aunque su autenticidad no ha podido ser verificada.

Actualmente, el EIIL tiene el control de amplias zonas del norte y el oeste de Irak, así como de varios pasos fronterizos con Siria y Jordania.

El líder supremo de Irán, el ayatolá Ali Jamenei, acusó a Estados Unidos de querer retomar el control de Irak, justo cuando los terroristas suníes avanzan y amenazan con llegar a Bagdad desde la frontera con Siria.

Por su parte, el senador republicano Rand Paul admitió que Washington armó al grupo terrorista del EIIL, cuando estos atacaron al pueblo sirio y al gobierno del presidente Bashar al-Assad, la misma organización criminal que dicen condenar en suelo iraquí.