La Comisión Central para la Inspección de la Disciplina en China, indicó este domingo que alrededor de dos millones de funcionarios de menor rango han sido sancionados desde 2012 a la fecha.

En el XVIII congreso del Partido Comunista de China (PCC), realizado en noviembre de 2012, se lanzó una campaña anticorrupción cuya implementación afectó a más de un millón de trabajadores municipales y 648.000 rurales, además de un aproximado de 70.000 funcionarios del nivel distrital; todos investigados por corrupción.

Prácticas como el uso de fondos públicos para comprar regalos, celebrar banquetes y pagar vacaciones, así como el derroche y malgastar fondos, han sido estrictamente prohibidas con ahínco durante los últimos cinco años.

Durante este período, además, se sometieron a inspecciones a casi 155.000 delegaciones del PCC; en el marco de estas y otras operaciones como "Red del cielo" y "Caza del zorro", que tienen el objetivo de capturar a chinos sospechosos de corrupción que han huido del país.

Xi Jinping, quien asumió como secretario general del PCC en dicho congreso, y como presidente de China en marzo de 2013, puso en marcha esta campaña anticorrupción de gran envergadura, que provocó la caída de numerosos funcionarios de alto nivel, llamados "tigres", y de rangos inferiores, conocidos como "moscas", dentro de la jerga institucional local. 

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De acuerdo con cifras publicadas por el Buró Nacional de Estadísticas en noviembre de 2016, el 92,9 por ciento de los ciudadanos chinos se declaró satisfecho con los resultados de la lucha contra la corrupción, 17,9 puntos porcentuales por encima del índice de 2012.