Una de las peleas más esperadas del año no decepcionó y de manera vibrante, el mexicano Saúl "Canelo" Álvarez y el kazajo Gennady Golovkin, apodado triple G, empataron el sábado ante un público que no quedó muy satisfecho en el T-Mobile Arena de Las Vegas (Estados Unidos).

El combate dejó abierta la posibilidad de una pronta revancha, que además de estar bajo contrato, ya fue aprobado en declaraciones tras el encuentro por parte de ambos púgiles.

Mucho tiempo tuvo que pasar para que el mundo disfrutara de una pelea emocionante, vibrante y de máximo nivel. GRANDES. #Canelo #GGG pic.twitter.com/1bT1NseqBq

— Invictos (@InvictosSomos) 17 de septiembre de 2017

"Si la gente quiere, hacemos revancha", aseguró Álvarez bajo el abucheo generalizado de los que minutos antes lo habían animado. "Le volvería a ganar. No tiene una pegada como decían, no me sorprendió nada, gané siete u ocho rounds fácil", aseguró.

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"Quería una pelea de verdad y eso fue, dramática por momentos. Estoy feliz. Los jueces dieron empate, pero sigo siendo el campeón, yo tengo los cinturones y quiero pelear, ya sea una revancha o lo que sea", dijo por su parte Golovkin.

Es así, como sin haber concluido decisión favorable para ninguno de los boxeadores, Golovkin conservó sus cinturones del Consejo Mundial de Boxeo (CMB), la Asociación Mundial de Boxeo (AMB) y la Federación Internacional de Boxeo (FIB).

El combate cumplió de sobra con las expectativas: los dos no se guardaron nada al intercambiar golpes demoledores durante los 12 asaltos, en los cuales ninguno sufrió una caída a pesar de que ambos se dieron golpes potentes a los rostros.

Golovkin, quien mantuvo su invicto, queda ahora con balance de 37-0-1 y "Canelo", que encajó su segundo empate, acumula registro de 49-1-2.