La denuncia por corrupción pasiva presentada por la Fiscalía brasileña contra el presidente de facto, Michel Temer, llegó este jueves a la Cámara de Diputados, que definirá si el mandatario responderá a un juicio penal.

A pesar de la relevancia del caso, el hemiciclo estaba casi vacío y a duras penas se alcanzó el quórum mínimo de 51 diputados, de un total de 513, requerido para el inicio de una sesión.

Temer es acusado de corrupción pasiva, en base a una denuncia por parte de los directivos de la empresa JBS (el grupo productor de carne más importante del mundo), que aseguraron que sobornan al mandatario de facto desde 2010 y también entregaron audios que lo comprometen, y por un video en el que uno de sus asesores más próximos, Rodrigo Rocha Loures, aparece cargando una maleta repleta de dinero, un supuesto soborno de los directivos de JBS para el presidente de facto.

Tras la lectura en el pleno, el próximo paso será en la Comisión de Constitución y Justicia del órgano legislativo, cuyos 66 miembros comenzarán sus reuniones la semana próxima y tendrán un plazo de hasta 15 sesiones para debatir el caso y aprobar o rechazar un informe que luego será remitido al pleno de la Cámara de Diputados.

Si las denuncias son avaladas con una mayoría de dos tercios de la Cámara de Diputados, Temer será suspendido de la presidencia durante un plazo de 180 días y su puesto será cubierto en forma interina por el presidente de la Cámara Baja, Rodrigo Maia.

Por su parte, el procurador general Rodrigo Janot podría presentar en los próximos días otras dos denuncias contra Temer, por obstrucción a la justicia y por organización criminal, lo que dificultaría aún más la continuidad del presidente no electo.

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