Un total de 55 colombianos murieron por una bala pérdida durante el 2017, mientras que otras 59 han resultado heridas. Es decir que, en promedio, semanalmente muere una persona en el país por esta situación.

Los datos fueron revelados este viernes por el Centro de Recursos para el Análisis de Conflictos (Cerac), el cual señala que aunque el número de víctimas (entre muertos y lesionados) bajó un 35 por ciento con respecto a 2016, cuando se contaban 176 casos,  el nivel de afectados sigue siendo alto.

Según el estudio, frente al año pasado, cuando hubo 50 muertos por balas perdidas, hasta el pasado 30 de noviembre se contaban cinco víctimas más; es decir, un aumento del 10 por ciento.

Según cifras de #Unicef: 7 de cada 10 víctimas de violencia sexual en #Colombia son niñas https://t.co/9ZPCq4tQJz pic.twitter.com/SuDgiciTtn

— teleSUR TV (@teleSURtv) 8 de diciembre de 2017

¿Quiénes fueron las mayores víctimas?

La mayoría de víctimas por estos proyectiles fueron hombres, debido a que abarcaron el 49 por ciento de los casos; y en un 46 por ciento las mujeres.

“En 2017, la mayoría de víctimas mujeres fueron menores de edad y 36 por ciento mayores. En el caso de los hombres, una de cada tres víctimas (29 por ciento) fue un menor. La equitativa distribución de las víctimas, por género y edad, demuestra lo indiscriminado e injusto de este fenómeno, principalmente en comparación con otros tipos de violencia”, sostiene el Centro.

¿En qué ciudades hubo más víctimas?

Cali, Medellín, Barranquilla, Bogotá y Cartagena han sido las ciudades donde se han presentado la mayor cantidad de casos registrados de víctimas por balas perdidas.

¿Cuáles fueron las causas de las balas perdidas?

Al revisar las principales causas de víctimas por balas perdidas en 2017, el Cerac indica que la mayor parte de los casos (36) correspondió a enfrentamientos entre grupos de violencia juvenil organizados.

Las acciones sicariales (29 casos); enfrentamientos entre la Fuerza Pública y grupos armados (10 casos); disputas entre personas (10 casos); disparos al aire (siete casos); robo y atraco (siete casos) y combates (11 casos).

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— ACNUR Comité Español (@eACNUR) 8 de diciembre de 2017

“En los últimos siete años el 23 por ciento de las víctimas están asociadas a acciones sicariales y el 20 por ciento a enfrentamientos entre grupos de violencia juvenil organizados”, manifiesta el organismo.

¿Hubo juicio por las víctimas?

De acuerdo al informe de la Cerac, la judicialización de los responsables de balas perdidas “sigue siendo casi nula”.

La investigación indica que el 48 por ciento de los casos está en etapa de investigación; en un 37 por ciento la situación es desconocida; en el 11 por ciento de los casos hay un capturado y en un 3 por ciento hay una orden de captura vigente.

Por ello, el organismo instó a las autoridades locales a desarrollar más acciones de control al porte de armas para evitar más víctimas a futuro.