La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, salió este martes desde Brasilia hacia la ciudad de Porto Alegre, en el sur del país, donde volverá a vivir, luego del golpe de Estado en su contra llevado a cabo a través de un juicio político. 

La líder del Partido de los Trabajadores (PT) salió del Palacio de la Alvorada, la residencia oficial de la Presidencia, y fue despedida por decenas de brasileños que se reunieron a las puertas de la mansión. 

Brasileños abrazan a @dilmabr al salir del Palacio de la Alvorada #ForaTemer #VoltaQuerida pic.twitter.com/2mayPdWJcz

— Adriana Robreño (@AdrianateleSUR) 6 de septiembre de 2016

Con el grito "despedirse jamás, volveremos", los manifestantes agitaban banderas rojas del PT y elevaban sus voces para decir "fuera Temer" y "no al golpe". 

Un avión de la Fuerza Aérea Brasileña llevará a Rousseff hasta Porto Alegre, donde será recibida en el aeropuerto Salgado Filho, con la convocatoria "Un cariñazo para Dilma".

Rousseff planea vivir un tiempo en su antiguo apartamento del barrio Tristeza, de clase media. Por otro lado, la madre de la mandataria brasileña, Dilma Jane, quien está delicada de salud, también residirá en ese apartamento. Anteriormente, Jane vivía en el Palacio de la Alvorada con Rousseff. 

En Porto Alegre viven además su hija Paula y sus nietos Guilherme y Daniel y su exmarido Carlos Araújo. 

Ocho funcionarios públicos cuidarán de la integridad física de la presidenta Rousseff, entre ellos, cuatro encargados de su seguridad personal, dos asesores y dos chóferes.

En contexto

Oriunda del estado brasileño de Minas Gerais, al sureste del país, la mandataria brasileña de 68 años inició su carrera política en el año 2002 cuando el expresidente Lula da Silvia la designara ministra de Energías y Minas. 

Luego de dos años en el cargo, fue nombrada titular de la cartera de la Presidencia y, en 2010, Lula la eligió como su sucesora.

Rousseff, fue señalada de culpable de corrupción por el Senado y de este modo es apartada de forma definitiva de sus funciones como líder Ejecutiva. Con 61 senadores a favor, y 20 en contra, en un quorum de 81 senadores, la destitución de Rousseff se concretó de forma permanente.

>> Reacciones tras la destitución de la presidenta Dilma Rousseff