Este miércoles fue desarticulada la mayor banda dedicada a deforestar la Amazonía brasileña, la cual cometía los crímenes en el estado de Pará (norte de Brasil), y operaba invadiendo tierras públicas y deforestándolas, para luego dividirlas en lotes y venderlas. 

La Operación Castanheira, como fue bautiza, fue realizada por la policía federal, la Fiscalía brasileña y la autoridad del medio ambiente de Brasil. Este operativo permitió identificar a quienes son "considerados los mayores deforestadores de la selva amazónica brasileña", señaló la policía federal.

La banda desarticulada es responsable por crímenes ambientales estimados en más de 500 millones de reales (unos 230 millones de dólares), informó el Instituto Brasileño del Medio Ambiente (Ibama).

La policía federal y el Ibama indicaron que se están cumpliendo varias órdenes de captura y prisión preventiva, así como acciones en las ciudades de los estados de Sao Paulo, Paraná y Mato Grosso.

De acuerdo al Ibama, los miembros de la banda “deberán ser acusados de los crímenes de invasión de tierras públicas, robo, evasión fiscal, crímenes ambientales, falsificación de documentos, asociación ilícita y lavado de dinero". En total, las penas pueden ser de más de 50 años para los condenados.

El Gobierno de Brasil reveló en febrero pasado que su selva amazónica perdió entre agosto de 2013 y enero del 2014 más de mil 160 kilómetros de cobertura vegetal, cifra que representa una disminución del 19 por ciento en comparación a otros años.

La Amazonía tiene una extensión de 6,1 millones de kilómetros cuadrados, 63 por ciento en territorio brasileño, y contiene un tercio de la diversidad biológica del planeta.