El papa Benedicto XVI, durante su gestión cuando estuvo al frente de la Iglesia Católica, destituyó al menos 400 sacerdotes por abusar sexualmente de niños en diferentes partes del mundo.

La información fue revelada este viernes por la agencia de noticias AP. El medio de comunicación mostró los resultados de una serie de investigaciones en contra de los sacerdotes con conductas anticristianas que fueron realizadas durante el periodo 2011-2012.

Gracias a la recopilación de todas las denuncias sobre los caso de abuso sexual a menores, el pasado jueves el Vaticano pudo defenderse durante un interrogatorio público realizado en Suiza, donde participaron miembros del Comité de Naciones Unidas sobre los Derechos del Niño.

“Se encuentran abusadores entre los miembros de las profesiones más respetadas del mundo y, más lamentablemente, incluso entre miembros del clero y otro personal de la iglesia”, expresó el monseñor Silvano Tomasi, representante de la Santa Sede ante la ONU.

No obstante, a principios de diciembre de 2013 la Santa Sede exhortó al Comité sobre los Derechos del Niño de la Organización de Naciones Unidas (ONU) a no intervenir como jurisdicción legal por los abusos cometidos contra niños por “instituciones particulares “de la Iglesia.

Desde 1995, las denuncias por abusos sexuales a menores por parte de sacerdotes deben ser notificadas a la Congregación para la Doctrina de la Fe. En el año 2011, el Vaticano ordenó a los obispos que todo cura implicado en casos de pedofilia debería denunciarse ante la justicia de los hombres.

Para abril de 2013, el papa Francisco pidió se apliquen medidas contra los abusos sexuales cometidos por el clero. Desde su llegada al Pontificado, el papa ha expresado su deseo de lanzar una profunda reflexión sobre las situaciones dolorosas para los católicos.