Debido al paro de trabajadores de la limpieza en Río de Janeiro (sureste de Brasil), la acumulación de basura y otros desechos alcanzó este jueves a las playas y sitios de interés de esta ciudad, lo cual perjudica la imagen de este importante polo turístico brasileño.

El barrio de clase alta de Lagoa, y las zonas de Flamengo, Pao de Azúcar, más la playa de Ipanema albergan gran cantidad de desperdicios, pues desde el inicio del paro que inició el sábado pasado no se recogen los desechos.

El mal olor comienza a inquietar a los habitantes y transeúntes, mientras los turistas lamentan esta situación y prefieren alejarse por temor a contraer alguna infección, admitió un vocero de la prefectura municipal, citado por Prensa Latina.

Los trabajadores persisten en sus exigencias de reajuste salarial de un 40 por ciento y mejores condiciones de trabajo y anunciaron una nueva marcha para este viernes por el centro de la ciudad. Los parados reclaman un salario de mil 200 reales (517 dólares), otras bonificaciones y mejores condiciones de trabajo.

No obstante, cientos de basureros comenzaron a limpiar este jueves las calles y veredas de Rio de Janeiro, tapizadas de desechos, mientras la famosa playa de Ipanema permanece transformada en un basural a cielo abierto.

El alcalde de Rio, Eduardo Paes, decidió que guardias municipales acompañen a los 300 camiones de recolección de basura que salieron a limpiar las calles. La medida fue tomada para proteger a los trabajadores de sus colegas huelguistas.

Paes aseguró que la mayoría de los basureros se presentaron a sus puestos de trabajo el sábado, al inicio de una huelga decretada por varios cientos de trabajadores sin apoyo del sindicato, pero varios huelguistas "les impidieron trabajar por la fuerza".

La prefectura de Río pidió a los habitantes de la ciudad que ante las previsiones de lluvia no saque la basura a la calle para evitar inundaciones en esta urbe de 6,32 millones de habitantes.