La presidente del Banco Central de la Federación Rusa, Elvira Nabiúllina, afirmó este martes que la institución estudia la posibilidad de abandonar sucesivamente el uso de las agencias de calificaciones internacionales de riesgo para basarse en las evaluaciones de las agencias rusas.

“Pensamos en renunciar gradualmente a las agencias de rating (…) y desarrollar más la industria de nuestras propias calificadoras”, indicó la presidenta del Banco ruso.

Actualmente dos de las tres grandes agencias de calificación internacionales, Moody's y Standard & Poor's, evalúan el rating de Rusia con un nivel de inversión bajo, mientras que la tercera, Fitch Ratings, redujo el grado de inversión lo más bajo posible.

Por otro lado, durante una presentación en la Asociación de Bancos de Rusia, Nabiúllina también indicó “en general, consideramos que la situación en el sector bancario se ha estabilizado. El Banco Central realiza pruebas regularmente y los resultados muestran que en los indicadores claves, incluso ante el peor escenario, con un precio del petróleo a 40 dólares por barril, se mantienen muy por encima del mínimo”.

Agregó que esto demuestra que el sector bancario tiene un colchón capital “capaz de frenar un shock grave, incluso ante eventual empeoramiento de la crisis”.

En contexto:

El Banco Central de la Federación Rusa describe sus funciones en la Constitución de la Federación de Rusa y en la Ley “sobre el Banco Central de la Federación Rusa”. Es responsable de proteger la moneda nacional, el rublo.

Algunas agencias de calificación internacionales intentan aislar económicamente a Rusia, pero las alianzas que consolida el presidente Vladimir Putin reflejan lo contrario.